Canciones como fotos de otra época
La noche se vestirá de música y recuerdos con la presencia de Man Ray. La voz de Hilda Lizarazu como lugar de encuentro para tantas canciones ya clásicas. Presencia estelar que se completa con la música de Rubén Goldín y Claudio Cardone.
Por Leandro Arteaga
El título "Noche de
Vinilo" para la tercera de las noches de verano del Anfiteatro Humberto de
Nito nunca fue más preciso. Será por el lema aquel que rezaba "el disco es
cultura" que quienes crecieron azorados junto al otrora fascinante arte de
tapa de tantos discos saben de qué se trata y no hace falta explicar. Ese algo
añejo por el paso del tiempo pero sin embargo todavía en acto, porque ¿quién
dijo que el vinilo desaparecía?. Sus surcos todavía laten y reproducen con el
amor que ningún archivo comprimido puede.
Todo este embrollo
sentimentaloide, del cual el cronista no quiere salirse, para la presentación
nocturna que hoy tendrá cita en el Anfiteatro, a partir de las 21 y con entrada
libre y gratuita, a través de las figuras de Claudio Cardone, Rubén Goldín y
Man Ray. Todos partícipes de aquellas bateas gigantes, con muchísimos discos,
que obligaban a cultivar el cuidado entre los escuchas: cómo guardarlos,
limpiarlos, conservarlos. Para más datos, se sabe, recurrir al manifiesto que
es la película Alta fidelidad (2000),
de Stephen Frears.
Entonces, y como corolario feliz,
algunas palabras con quien supo estar en escena entre varios de los capítulos
felices del rock argentino. Porque Hilda Lizarazu es inevitablemente
encantadora y su voz acompaña tantos momentos que, gracias a ella, no han sido
fugaces sino parte intrínseca de lo que todavía se denomina pop. Es decir, el
imaginario colectivo le ha hecho lugar y cuando de revisitar este mundo
compartido se trata, el festejo tiene motivo, así como algo de melancolía, más
la obligación feliz de tantos discos que volver a escuchar.
Man Ray, el dúo conformado por
Lizarazu y Tito Losavio, volvió a los escenarios a partir del año pasado con
disco nuevo y presentación en el Ateneo de Buenos Aires. La placa Purpurina es consecuencia de varios
motivos: por un lado, porque varios de los discos de la banda están
descatalogados, ya no figuran para su compra; y por otro, como oportunidad para
volver al ruedo, casi como si de un capricho compartido -entre músicos y
seguidores- se tratase, ya que disco próximo parece no habrá. Así, Purpurina es compilación de muchos de
los temas incluidos en Hombre rayo
(1991) y Perro de playa (1994), que
definieran gran parte del ánimo musical de su época, más dos canciones nuevas y
la reversión de Mañana campestre, de
Arco Iris, con participación incluida de su autor, Gustavo Santaolalla.
-¿Cómo estás viviendo este momento?
-¿Cómo estás viviendo este momento?
-De una manera muy especial,
porque es una música que quiero mucho, que es parte de mi historia, y es por
eso que estamos celebrando, tal como lo haremos este sábado en Rosario. Son
canciones que hace mucho tiempo no tocábamos, así que será una reunión y una
celebración a la vez, ¡bajo una bóveda estrellada!
-La versión de Mañana campestre
la considero una canción nueva en sí, que suma, me parece, a cierta noción de
reinvención, de "hacerlo otra vez”, también presente en Empezar de nuevo y Purpurina. ¿Puede ser?
-Bueno, en realidad reinventarse
es también resignificarse. Cuando durante el 2013 regresamos con Tito Losavio,
lo que hicimos fue resignificarnos como dúo, algo que nunca habíamos tenido tan
en claro como hasta entonces. Somos un dúo musical con largos años de
trayectoria, y ahora lo estamos viviendo como si fuese un reencuentro de
amigos, reviviendo algunas canciones que a mucha gente le dieron felicidad, y
por supuesto que a nosotros también. Estamos muy contentos con lo que está
pasando.
-En una entrevista, Tito Losavio señalaba la música de Man Ray a la
manera de "canciones en letargo", esperando por ser vueltas a
interpretar.
-A mí me gusta recantarlas,
reinterpretarlas, es como ponerse a mirar fotos de otra época, ¿viste?, y verte
vos también en ellas. Soy la misma voz que está cantándolas pero con varios
años de vida transcurridos, así que ello implica también más experiencia, más
días de vida pasados, lo que lleva a que cada vez que se interpretan se lo haga
de otra manera. Particularmente, disfruto de la música en general, y esta
reunión con Man Ray nos pone en un lugar de festejo en el presente.
-Es un festejo entre ustedes, y también para el oyente, quien se
reencuentra con una época que, vista a la distancia, Man Ray delineó.
-Siento también que muchas de las
canciones siguen de cierta manera vigentes, ¿no? Siempre hemos utilizado
sonidos bastante clásicos, no fuimos un grupo de moda en el sentido de las
texturas, sino que el tipo de orquestación que usamos siempre fue lo clásico y
básico del pop, lo que hizo que las canciones no perdieran mucha vigencia, y
eso está bueno. Para mí es como cantar Buscando
un símbolo de paz [NdR: canción
de Charly García que Lizarazu versionara en Hormonal,
su segundo disco solista], que la podés seguir cantando durante muchos años aún
cuando tenga un cierto tiempo transcurrido, o como sucede con la mayoría de los
temas de Man Ray, como es el caso de Sola
en los bares. Son canciones que a nosotros nos forjaron y que a ustedes les
deben traer cierta nostalgia y también un poco de placer.
-¿Algunas palabras sobre Man Ray, el fotógrafo?
-Para mí, un exponente del
movimiento surrealista con el que me siento identificada, si bien en este
momento desde una imagen latente, porque no estoy haciendo fotos. El nombre de
la banda fue en honor a este artista, quien honró mucho la imagen de lo femenino.
En este sentido, el nombre Man Ray se vincula y significa desde mi lado, como
dama cantante de un grupo pop, cuando en realidad, si uno quiere hurgar, muchos
no hubo. Hubo solistas, pero no muchos grupos con una voz femenina delante, y
eso es algo que me honra.
-Y que Purpurina destaca al
incorporar a Viuda e Hijas de Roque Enroll en la grabación de Empezar de nuevo, así como desde su
presencia en el recital del Ateneo.
-Mientras te lo decía pensaba en
ellas, justamente. Que se hayan reunido para esa presentación fue un honor,
para Tito y para mí, dado que hacía mucho que no se juntaban, así que para
ellas también es un "empezar de nuevo", como dice el título del tema.
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