domingo, 6 de mayo de 2012

[REC]3. Génesis (2012, Paco Plaza)


Gracias a la ironía


[Rec]3: Génesis
España, 2012. Dirección: Paco Plaza. Guión: Paco Plaza, Luiso Berdejo. Fotografía: Pablo Rosso. Montaje: David Gallart. Música: Mikel Salas. Intérpretes: Leticia Dolera, Javier Botet, Diego Martín, Álex Monner, Ismael Martínez, Carla Nieto. Duración: 80 minutos. Salas: Monumental.

Por Leandro Arteaga

Si la española [Rec] (2007) podía pensarse como un paréntesis entre un antes y un después de un argumento sin descifrar, las consecuencias “lógicas” fueron entonces contar con una segunda parte y, ahora, con una tercera y anterior. El film primero, entonces, como bisagra entre un ir y venir que, en última instancia, habla del divertimento que supone hacer cine de terror entre charcos de miel roja y las cursilerías gore que mejor y más se prefieran.
Ahora bien, y a no confundir, no significa ello justificar cualquier cosa en aras de un “pasarlo macabramente bien”, sino en ver cuál propuesta anida en el film en cuestión. Es así que esta tercera parte –y precuela- del universo [Rec] viene a cerrar, o abrir, una trilogía que nace como maldición bíblica o que cierra como vuelta de tuerca humorística. ¿El escenario? ¡Un casamiento!
Iglesia, familias, vestidos nuevos, filmaciones “sociales”, chistes y lágrimas oportunas, en fin, todo un círculo de lugares comunes que hacen a la ceremonia nupcial, entre arroz y cosas parecidas. Tan empalagosa es la situación, con tantos besos de “te amaré para siempre”, con muchos bailes de coreografía pueril, que –especulación mediante- habrá sido esa la razón por la que al tío Víctor comience a crecerle cada vez más esa mordida rara que tiene en la mano. “Otro borracho” dirán de él, mientras lo que vomita no es vino espumante sino síntoma de infección, germen de caos para esta fiesta tan blanca, tan bonita.
Al traste con todo lo que parecía una fiesta, y a vérselas ahora con una epidemia de mordidas zombies. Dentelladas a granel con textura de video digital. Cruce entre “un toque de Renoir y mucho cinéma vérité”, al menos desde lo que las palabras del videasta de sociales promete.
Si [Rec] había sido un muy buen film de terror, con ánimo coincidente en tanto propuesta con la argentina Fase 7 (2011), es ahora el humor de ésta el que contagia a [Rec]3. Terror divertido, con algo del primer Peter Jackson (antes que Renoir, claro), héroes freaks en armaduras medievales, una novia de piernas descubiertas, y un sacerdote que entiende todo y rápidamente desde –ironía mediante- las consignas más celestiales.
Si todo está enfermo, nada es lo que era. Las normas caen, los instintos prevalecen, los asesinos asesinan, los caníbales muerden. La novia pierde sus modales, acorta su falda, enciende la motosierra, y olvida a la madre en la que pronto estaba por convertirse.
Todo revuelto así como predecible. Con la excusa de saberse parte de una saga, en verdad [Rec]3 explica tanto como nada dice. Lo que queda es un cascarón de látex virulento, más o menos creíble, ninguna gran película, pero con la bravuconería justa como para hacer saltar toda la fiesta casamentera por los mismísimos aires.

Barocelli Escuela de Dibujo


Una escuela de sueños compartidos


Carlos Barocelli dibuja y enseña mucho. Su Escuela de Dibujo se propone como un lugar de encuentro entre pasiones propias y compartidas.

Por Leandro Arteaga (Rosario/12, 05/05/2012)

La tarea de Carlos Barocelli -artista, dibujante, ilustrador, historietista y docente- se expande entre proyectos simultáneos, capaces de ramificar siempre hacia tantos más. Ejemplo de ello es su tarea desde la ADL (Asociación de Dibujantes del Litoral), los diferentes talleres ofrecidos por la Municipalidad en sus Distritos, la organización de los encuentros de título Dibujantes (en CMD Sur Rosa Ziperovich), y la (im)paciencia lectora que significa la espera del inminente El Eternauta: La resistencia, continuación literaria –y trunca- del mismo Héctor Oesterheld, cuya versión en historieta con dibujos de Barocelli ha sido bendecida por el propio Solano López.
Por si todo esto fuera “demasiado poco”, el dibujante rosarino estrena Escuela de Dibujo con un sinfín de materias y cursos, plantel docente de calidad, y las ganas de seguir expandiendo más lo mucho que en Rosario se dibuja e ilustra. “Es un sueño de muchos años. Se fueron dando una serie de circunstancias, además de amigos que me apoyaron muchísimo, y al final el sueño se pudo concretar” dice Barocelli a Rosario/12 en alusión a su Escuela, inaugurada el sábado pasado, con dirección en Riobamba 587, y que oficialmente inicia sus actividades a partir del lunes próximo.

-¿Cuál es el programa de cursado? 

-La escuela ofrece un montón de posibilidades. Por ejemplo, está la materia “Dibujo 1” donde el pibe aprende a dibujar de cero, algo que voy a dar yo, destinado a adolescente y adultos, desde los 16 años. Pero también hay materias de dibujo desde los 4 años hasta los 15; así como Pintura, Manga, Historia del arte, Cartoon, Historieta, Pintura de paisajes, Plástica y Pintura, 3D y Concept Art, Workshop, Arte Fantástico, Modelado y Escultura, Ilustración Editorial. Hay un montón de posibilidades para diferentes edades, un abanico muy grande para que los chicos busquen otros estilos de dibujo y tengan propuestas variadas.

-¿Se trata de un programa de contenidos estructurado o el asistente puede elegir cuáles cursos realizar? 

-Por ejemplo, si alguien viene a inscribirse en Historieta, al pibe se le pregunta si tiene algo de conocimiento de dibujo, porque para la historieta hay que contar con una base mínima. De no tener estos conocimientos, se le daría entonces la materia Dibujo, de manera previa. A la vez, pueden hacerse otras materias como Manga o Cartoon, por ejemplo, ya que se trata de cursos sueltos; es decir, no hay ningún impedimento para que el asistente se anote en todas las materias que quiera. Todos los cursos y materias empiezan el día 7 de mayo. Algunas de las materias, las relacionadas con los más chiquitos, relativas al dibujo, la pintura y la plástica, tienen la inscripción abierta todo el año. Sí es importante que quienes elijan dibujo o escultura arranquen a tiempo. Tenemos a quince profesores dando clases, estoy muy orgulloso del plantel logrado. Todos son unos maestros en lo que hacen: Marcelo Frusin, Alejandro Aragón, Sandro Alzugaray, Darío Risso, Juan Carlos Buhajeruk, Jesica Aran, Paola Figna, Gabriel Keppl, Melisa Fernández, Elías Navarro, Victoria Azparren, Diego Fiorucci, Pablo Colaso.

-Pienso a la Escuela como continuidad respecto de tu trayectoria, pero también desde lo que significa tu tarea docente, en los talleres de la Municipalidad.

-La docencia es algo que me apasiona. Si tuviera un poco más la cola en la silla podría producir más para afuera, pero ser docente es algo que hago desde hace muchos años y me encanta. A través de la Municipalidad tenemos cursos gratuitos en barrios que son un poco marginales. A través del presupuesto participativo llegamos a lugares como Tablada, Mangrullo, San Martín Sur, y les damos a los chicos las clases con el mismo amor con que lo hacemos en otros lados.

-Una Escuela es siempre oportunidad de relación entre pares, algo que me parece fundamental.

-De hecho, queremos hacer viajes, sacar colectivos hacia convenciones, seminarios, para mostrarle a los chicos que hay otros pibes como ellos, en otras provincias, que hacen lo mismo. Empezar a delinear lazos y a cerrar núcleos de enseñanza con otras provincias. Vamos a tener dando clases, por ejemplo, a Buhajeruk, director de la Escuela de Dibujo de Santa Fe. Cuando me largué con esto, me contacté con un montón de otras escuelas. Sería buenísimo que venga Ariel Olivetti, de la Escuela La ola, a dar un seminario acá, así como que un docente nuestro vaya a dar un seminario a Buenos Aires, a Tucumán, o a donde sea.

-¿Podrías pensar en cuáles son las expectativas del proyecto?

-Puesto que es el principio, es medio difícil decir qué es lo que esperamos, por ahora quiero que seamos una buena escuela, de la que se diga “voy a mandar a mis chicos ahí” o “voy a esa escuela porque salgo aprendiendo algo”. De acá a fin de año quiero que los dibujantes que salgan sean buenos en lo que hacen, después Dios dirá. Estamos detrás de un montón de cosas y seguramente habrá que engrasar los mecanismos. Queremos dar certificados de educación no formal de la provincia, así como crear una biblioteca. En la Escuela tenemos el espacio destinado, sólo falta inaugurarlo. Queremos que esta biblioteca sea pública y que no sean solamente los alumnos quienes puedan consultarla. Hay un montón de cosas por hacer. Vamos a ver qué podemos concretar de todos estos sueños todavía no realizados.
La Escuela ofrece también un programa de becas completas y medias becas para niños y adolescentes de 8 a 16 años, destinadas a cualquiera de los cursos. Para más información, consultar la página www.escueladibujo.com.

sábado, 5 de mayo de 2012

The Thing (2011, Matthijs van Heijningen Jr.)


¿Quién anda por ahí?


La cosa del otro mundo
(The Thing)

EE.UU./Canadá, 2011. Dirección: Matthijs van Heijningen Jr. Guión: Eric Heisserer. Fotografía: Michel Abramowicz. Música: Marco Beltrami. Montaje: Peter Boyle, Julian Clarke, Jono Griffith. Intérpretes: Mary Elizabeth Winstead, Joel Edgerton, Ulrich Thomsen, Eric Christian Olsen, Adewale Akinnuoye-Agbaje. Duración: 2011
Sólo disponible en DVD

Por Leandro Arteaga

Pocas cosas más plácidas en la vida que ver una película de John Carpenter. El enigma de otro mundo (1982) fue homenaje –uno de sus tantos- a la obra del cineasta Howard Hawks. Remake del film de 1951 (y recordar que fragmentos de éste se veían en Noche de brujas), la película de Carpenter releía aquel clásico a la vez que sumaba, así como un gran film a su obra, una capa más de lectura a la novelita, o cuento largo, que John W. Campbell publicara en 1938 con el título Who Goes There?, relato considerado hoy piedra basal para la ciencia ficción.
La paranoia desatada por un invasor alienígena, capaz de duplicar al cuerpo huésped, tenía seno en la Antártida, donde un grupo reducido de humanos buscaba la manera de erradicar al “virus” así como de defender la alegoría social que encarnaban en plena guerra fría y macarthysmo. Variaciones sobre esta misma idea tendrán asidero constante, cuyos ejemplos clásicos serían las novelas Amo de títeres (1951), de Robert Heinlein, y La invasión de los usurpadores de cuerpos (1955), de Jack Finney, esta última con bautismo cinematográfico en 1956 y dirección de Don Siegel.
 La lista es extensa, continúa todavía, con invasores otros, de rostros cambiantes, pero con una misma cara para el “héroe”. Bastante se hablaba, entre tantas nuevas malas reversiones, de otro “enigma de otro mundo”. Y si bien esta nueva “Cosa” es remake del original tiene el tino, al menos, de situarse como precuela. Lo que equivale a recordar, rápido, cuál era el inicio –inolvidable- de la versión carpentiana, con el perro perseguido en pleno ártico por un helicóptero. Desde allí, para atrás, la “revisión” nueva.
Pero, como de costumbre, de revisión nada y de golpes de efecto mucho. Si el film de Carpenter supo tener, dado el presupuesto mayor y en este sentido diferente a sus demás films “B”, más atención a los efectos especiales y de maquillaje, con artesanía de Rob Bottin, la que aquí se anuncia como “antecesora” hace gala de efectos digitales que resultan “estruendos” antes que recursos para el relato. Si Carpenter es, sobre todo, un storyteller, la precuela se asume, en todo caso, como un híbrido oportunista que, incapaz de narrar, no duda en conjugar referencias obvias con la versión de Carpenter así como con remedos del tipo Jurassic Park, literatura lovecraftiana, o la mismísima Alien (de la cual se espera, por otra parte, también una precuela –Prometheus-, si bien con firma del realizador original, Ridley Scott).
Si Kurt Russell era el (anti)héroe de Carpenter, aquí la heroína será encarnada, sin culpa de la actriz, por una anodina Mary Elizabeth Winstead, dedicada a descubrir emplomaduras de dientes como pruebas del adn terrícola. De paranoia poco y nada. De relato sabio, mucho menos. Pero, vistas las contras, encontrar un eco a favor: el término del film es inicio, justamente, del de John Carpenter. Si no la vio, entonces, sepa cómo inicia (o continúa) una buena película. Ahora sí, ¡viva el cine!