“Hay que educar a la audiencia”
La miniserie indaga en los casos reales, desde la
investigación periodística y la recreación. Cuatro capítulos para pensar un
problema que no cesa. El rodaje inició esta semana.
Por Leandro Arteaga
Esta
semana inició el rodaje de Ni una menos
en Santa Fe, proyecto de Rosaria Producciones –ganador de Espacio
Santafesino, en categoría Ciclo de Televisión- que se aboca a investigar y
recrear, al tensar el límite maleable entre ficción y documental, cuatro de los
femicidios sucedidos en la provincia. Dirección y guión corren a cargo de María
Langhi, con asesoría de Marisa Quiroga y las periodistas de Rosario/12 Sonia Tessa y Lorena
Panzerini.
“Son
cuatro capítulos de 24 minutos, a partir de una trama de ficción que interpretan
Juliana Morán y David Giménez -explica Langhi-. Ella compone a una periodista que
hace unos micros para su canal sobre violencia de género, y los dos consiguen
que les financien un viaje por la provincia, para investigar. En Reconquista,
donde fue el caso de Vanesa Zabala, una travesti a la que mataron brutalmente,
vamos a hablar con su hermana. Es decir, durante toda la miniserie los intérpretes
interactúan con los familiares reales de las victimas, lo cual significa una
apuesta muy importante, porque hay una carga emocional que hace que el rodaje
tenga determinadas características, que lo alejan de la ficción y documental
puros.”
El
retrato de Ni una menos se completa
con los casos de Ángela Piris -“vamos a hablar con su hermana en Sunchales, en donde
la pareja mata a Ángela porque se había ido con las tres nenas. Le clavó cuatro
puñaladas”-; Solange Villalba –“una nena de 14 años, asesinada por un remisero
en Empalme Villa Constitución”-; y el de Dayana Capacio –“asesinada por el
novio, que la prendió fuego. El cuerpo lo encontraron en el campo”-.
El
detalle expuesto horroriza, pero es ineludible. La necesidad de Langhi –ética y
estética-, así como la de quienes forman parte de su grupo de trabajo, responde
a una inquietud social que pide participación. Es en este sentido que la
realizadora dice que “cuando vemos una discusión en una pareja y no nos
metemos, el problema puede pasar a mayores y terminar con la muerte de la
mujer. Esto se da en un contexto social machista, en una sociedad que es
patriarcal. Generalmente, todas estas causas llevan mucho tiempo en la
justicia, las víctimas son poco escuchadas. Como no tienen poder adquisitivo
son representadas por el estado y
terminan viviendo otro calvario. Es por eso que hablamos de la revictimización
de las víctimas, donde son enjuiciadas porque, a lo mejor, han violentado a la
pareja para llegar al crimen. Es una problemática muy profunda, pero
últimamente han sucedido muchas cosas para que pueda estar en los medios y sea
llevada, por ejemplo, a la televisión.”
Sobre
la participación de Tessa y Panzerini, Langhi comenta que “es importante que el
trabajo tenga un recorte periodístico y documental, para poder hablar desde un lugar
donde importen los datos, porque hay que educar a la audiencia, yo misma me
educo todos los días sobre el tema, para dejar de lado la costumbre de la
mirada machista, en donde participan tanto hombres como mujeres. El término
femicidio es una figura que se incluye en el código penal a partir de 2012, y
lleva una pena de cadena perpetua. Es un homicidio agravado por el vínculo, ya
que la mayoría de los asesinatos se dan en manos de parejas o ex parejas. Por
eso, somos todos los que podemos hacer mucho, y no solamente el estado o el
poder judicial, que no hace prácticamente nada.”
Según
el guión, comenta Langhi, la problemática terminará por tocar de manera íntima
a los mismos personajes. “Los protagonistas van a vivir una relación violenta,
se van a enamorar hasta llegar a un punto en donde la relación se vuelva
violenta. Ella va a poder salir de la situación gracias a una amiga, una
abogada que interpreta Laura Copello. Por otra parte, esta abogada se junta en
su despacho con otras personas como Alberto Perassi, el padre de Paula, o
Rosalía Benítez, una víctima que logró escapar a los ocho tiros que le pegó el
marido frente a sus hijos. Es decir, hacemos hincapié en tirar datos sobre estas
causas. Algunas están cerradas pero otras no, como es el caso de Perassi, que
está esperando desde hace cuatro años que la justicia le diga, por lo menos,
donde están los huesos de su hija. A estas instancias judiciales, los
familiares las atraviesan en soledad, es por eso que están contentos con la
miniserie, porque quieren participar y contar sobre su situación.”
El
reparto de Ni una menos en Santa Fe se
completa con Juan Nemirovsky, Raúl Calandra y Raúl Santángelo. La
asistencia de dirección es de Alfonso Gastiaburo, la fotografía está en manos
de Marcos Garfagnoli, y el sonido a cargo de Fernando Romero.
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