Hijitus,
patrimonio cultural
Los misterios de Trulalá desoculta secretos de Hijitus, es mirada de
cariño a sus animadores, y continúa dando cuenta de un mismo éxito. Está
Larguirucho, habla García Ferré, y se estrena hoy.
Por
Leandro Arteaga
Misterios hay muchos, pero como los de Trulalá, con
su encanto imperturbable, pocos. Allí el secreto, las horas de tantas lecturas
y dibujitos televisados, protagonizados por Hijitus, Larguirucho, Neurus, Oaky,
Cachavacha. En síntesis, el nombre paradigma de Manuel García Ferré como alma
de tanto, capaz también de provocar prosecución en otras experiencias como la que
significa la actual Escuela para Animadores, dependiente del Centro Audiovisual
Rosario. Todo esto, en suma, como expresión de prólogo a Los misterios de Trulalá, documental dedicado a examinar “¿por qué
una serie realizada hace cuarenta años sigue siendo la más exitosa de la
historia de los dibujitos animados argentinos?”
Hoy, a las 20, Los
misterios de Trulalá tiene su estreno en Teatro La Comedia (Mitre y
Ricardone), en el marco del Festival Latinoamericano de Video y Artes
Audiovisuales. Está producido por el CAR y la Cooperativa de Trabajo
Animadores de Rosario. Y si Hijitus es personaje predilecto para el mapa de
familia del universo García Ferré, el propio animador también lo es, porque “parte
del proyecto de la Escuela
para Animadores es la construcción de un árbol genealógico que nos permita tener
claro en qué rama estamos, y qué parte nos toca jugar desde acá, en este
período histórico” dice Pablo Rodríguez Jáuregui, director de la EPA, a Rosario/12. “El libro de Raúl Manrupe -Breve Historia del Dibujo Animado en la Argentina- es, justamente, breve. Nuestro bisabuelo es Quirino
Cristiani, nuestros tíos abuelos Juan Oliva, Jorge Caro y Burone Bruché. Manuel
García Ferré es nuestro abuelo y nuestros padres/padrinos mágicos y queridos
son Luis Bras, Rodolfo Sáenz Valiente y Caloi. Los abrazamos con cariño y
respeto y comprendemos sus desafíos y sus elecciones porque son las mismas a
las que nos enfrentamos nosotros. Sus logros y experiencia nos permiten
sostener hoy una Escuela Pública con perfil artesanal, aquí en Rosario.
-¿Por qué no figura
nombre de director en la película, qué importancia tiene la connotación de
realización grupal?
-Creo que una película nace antes del rodaje, cuando
se declaran sus objetivos. El
desembarco de Manuel García Ferré y su equipo de colaboradores en Rosario en
abril de 2008 movilizó a muchísimos animadores, coleccionistas e historiadores,
que se acercaron al 2º Encuentro de Animadores Independientes para ver en
persona a un octogenario mitológico. Los reportajes que se grabaron durante ese
encuentro son la base del documental. Espontáneamente se sumaron los
principales coleccionistas y "fanas" de García Ferré, que sostienen
su memoria y archivos, y ordenan su obra en Internet (como Carlos Carella
www.sombreritus.blogspot.com y Omar Acosta www.fanasdegf.blogspot.com), poniendo
a nuestra disposición un volumen de material de archivo valiosísimo, convirtiéndose
naturalmente en coproductores. En la grabación de notas y reportajes
participaron muchos docentes y alumnos de la EPA, con su energía y su impronta cariñosa. Los
socios de la Cooperativa
de Animadores trabajaron aportando desinteresadamente las secuencias animadas
originales que tienen el "plus" de contar con la voz original de
Pelusa Suero (actor de voces responsable de crear a casi todos los personajes
de la filmografía de Ferré) para animar nuestra propia versión de Larguirucho. Este
caudal de aportes vocacionales me dejó sólo el trabajo de coordinación, la animación
de "nuestro" Larguirucho, y la edición. Creo que la decisión de
distribuirla gratuita y masivamente por medios electrónicos (www.trulala.animadoresderosario.com.ar)
también "pide" desmarcarse de los viejos roles y abrazar la fuerza y
transparencia de lo grupal y colectivo. De paso, elegimos hablar más sobre el
valor de Hijitus como patrimonio cultural colectivo que de los logros
personales de Manuel García Ferré.
-García Ferré significa
una época "dorada", ¿qué significa el momento actual, desde la EPA y la Cooperativa de
Animadores?
-Creo que el período
histórico en el que nació Hijitus (1967/1974) encontró a una generación de
animadores venteañeros en plena formación, heredando directamente la
experiencia de los pioneros Cristiani y Oliva. Vientos de innovación y libertad
venían desde experiencias animadas alternativas al estilo Disney -U.P.A, El submarino amarillo- y la aparición de
la televisión en Argentina les dio muchísimo trabajo y libertad de acción para
la creación de comerciales animados. Mas que una época "dorada" creo
que fue una "edad de la inocencia" de la animación argentina que,
luego de un gran bache en la segunda mitad de los ‘80 y primera mitad de los ‘90,
se retomó con mas astucia que sensibilidad y entusiasmo. La propuesta de
nuestra Escuela es acompañar a los dibujantes que quieren acercarse al oficio
de la animación a concretar su primera película como realizador integral, valorando
su experiencia personal y sus objetivos. Le dejamos a la Cooperativa el trabajo
de la creación de una posibilidad de inserción laboral de un animador de perfil
"independiente" -integral, diverso, autónomo, emprendedor- dentro de
la comunidad rosarina.
Animadores del mundo Hijitus dan sus testimonios en Los misterios de Trulalá, a las vez que
publicidades e historietas primeras, más experiencias televisivas pioneras,
complementan un recorrido cuyo guía no puede ser otro más que Larguirucho.
También, dato a descubrir, se devela cómo hace Oaky para caminar. Otro
misterio, pero por debajo del pañal.
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