Una aplanadora
sangrienta
Por Leandro Arteaga
Rosario/12 (08/04/2013)
Se reitera la propuesta que realizadores de renombre
hacen sobre otros en ciernes. Así como Guillermo del Toro con el argentino Andrés
Muschietti en Mamá, también Sam Raimi
con el uruguayo Fede Álvarez en Posesión
infernal. Uno y otro autores de cortometrajes célebres en Youtube, germen
de sus respectivos debuts fílmicos. Y a juzgar por el nivel y la conciencia de
género que ambos manifiestan, la apuesta no sólo salió bien, sino que presagia
mucho más y mejor.
El caso de Álvarez debe ser soñado: ni más ni menos
que responsable de la remake de ese
monumento de culto que es Diabólico (The
Evil Dead, 1981). La primera película de Raimi (amén de otra previa, muy
amateur), de presupuesto escaso, efectos justos, narración precisa. Tanto como
para posibilitar secuelas y una filmografía que han despuntado a Raimi como una
de las pocas figuras capaces de oxigenar el cine norteamericano. Entonces, y
vista la discusión que acompañara durante años la posibilidad de la puesta al
día de The Evil Dead, que sea desde
el calibre de un realizador desconocido, bendecido por el propio Raimi, con su
nombre en la producción junto al del venerable Bruce Campbell, nada mejor, nada
más acorde con el espíritu B del original.
Y lo que resulta es extraño. Porque revuelve en el
foso de gestos que el espectador sabrá recordar del film previo, pero para una
gradual exposición revertida. Tanto como para instalarse a la manera de un
nuevo capítulo uno, o como continuación inadvertida de lo que supone la
trilogía. Así, no hay pero también hay equivalente para el gran Ash (Bruce
Campbell), héroe de Raimi: por un lado, porque nadie como él; por el otro,
porque todo remite inexorablemente a él. En ese hiato, se juega la película. Y
lo hace con toda la furia del cine más gore y visceral.
Quedan algunos restos de humor negro, pero
atravesados por una aplanadora sangrienta, que deja bien atrás a las más o
menos malogradas vueltas a la pantalla –en remakes,
precuelas, secuelas- de Freddy Krueger, Leatherhead, Jason Voorhees. Aquí, a
diferencia de aquellas, hay un disfrute sentido, que da cuenta de las ganas que
tiene el realizador de hacer lo que hace, en un film que está plagado de todos
los lugares comunes al género pero que sabe, por conocerlos, cómo reactivarlos.
Así, el pseudo-Necronomicon se vuelve el mejor McGuffin,
capaz de guardar muchos más secretos que los que expone, en una historia que
fácilmente podría reducirse a esta consigna: cómo una adicta sobrevive a su
adicción. El terror, en todo caso, no es más que un manto que recubre. Que
divierte, asesina, destripa, y asusta. Posesión
infernal se sitúa espiritualmente cercana al original, con una potencia
capaz de vitalizar el género y de devolverle un aura bestial.
Posesión
infernal
(Evil
Dead) EE.UU., 2013. Dirección: Fede Álvarez. Guión: Fede Álvarez y Rodo Sayagues, basado en el film The
Evil Dead, de Sam Raimi. Fotografía: Aaron Morton. Montaje:
Bryan Shaw. Música: Roque Baños. Reparto: Jane Levy, Shiloh Fernandez, Lou Taylor Pucci,
Jessica Lucas, Elizabeth Blackmore. Duración: 91 minutos.
Salas:
Monumental, Showcase, Sunstar, Village.
8
(ocho) puntos
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