Calidad
técnica para la música local
Proyecto
Enrocke suma micros y canciones como pequeñas ventanas donde ver y escuchar
música como se debe. Más de cuarenta artistas han participado de este
emprendimiento, que pretende elevar la calidad técnica de la música.
Por
Leandro Arteaga
Los micros de música que cada semana la productora
Escarlata sube a su canal de YouTube, han sabido rodearse de una expectativa
que a la vez abre el mundo musical hacia desafíos técnicos mayores. Se trata de
Proyecto Enrocke, un emprendimiento que Ezequiel Akerman y Ximena Ibeas
trabajan desde hace varios años con bandas de la ciudad, en el teatro de Sala
Lavardén. Los resultados son brillantes, y la lista de músicos por descubrir todavía
enorme. Hasta el momento, los Micros Enrocke son cuatro: Fabián Gallardo (con
una versión de “Crimen”, de Cerati), Patagonia ReVelde (“1000 Km”), Ike Parodi
y Tano Marciello (con una imperdible interpretación de “Los Fantasmas”, de
Vudú), y Caimán (“Me empiezo a acostumbrar”).
“El Proyecto nació hace casi cuatro años como
respuesta a una situación sobre todo laboral, que teníamos en la productora”,
explica Akerman, director audiovisual. “Con Ximena Ibeas nos encontramos con que las bandas no tenían
el recurso para llevar a cabo un laburo de nivel broadcast; esto es, algo
televisable, de calidad exportable, con la norma IRAM de audio y video
internacional. Como ni nosotros ni ninguno de nuestros colegas puede lograr
esto sin colaboración, hacía falta algo comunitario. Es decir, cuando alguien
tiene que hacer un trabajo de estas características necesita de ayuda; como le
sucede a cada realizador de la ciudad al hacer una película, y necesita de
otras productoras para subalquilar equipos, por ejemplo. Todo esto a una banda
se le hace bastante difícil. Entonces, pensamos en las muchas productoras con
isla edición, de audio y video, que tiene la ciudad, y que si nosotros
facilitábamos el trabajo de producción, el trabajo de prostproducción se podía
liberar. Así, nació un programa de televisión que no llegó a cristalizarse,
porque un multi banda, multi cámara, multi pista, en un teatro, en Full-HD, era
muy caro, pero salieron estos micros que comenzamos a hacer desde hace dos
años.”
-La lista de
artistas que participó con Enrocke es extensa, y por lo que sé continúa
creciendo.
-El primero en venir con su guitarra fue Julián Miretto,
de El Vagón, predispuesto a tocar en el teatro Lavardén vacío. Y salió muy
bien. Luego vino Boff Serafine, de Riff, y con Leandro Rolón cantaron juntos, algo
que se dio ese día y que particularmente queríamos pero no podíamos gestar.
Boff lo miró y le dijo: “¿Por qué no te venís esta noche conmigo a cantar?”. A
la semana siguiente vino JAF, que hizo diez canciones y entre medio contó tres
horas de anécdotas. Con una canción de JAF convencimos a cuarenta artistas más de
venir a grabar con nosotros.
-Cuál es el
propósito de los Micros Enrocke.
-El proyecto tiene su primera expresión en estos
micros acústicos, que se pueden ver en el canal de YouTube
(https://www.youtube.com/user/EscarlataProd/feed) y en la página de Facebook. De
todos modos, el micro no llega a ser el espacio que pretendemos, donde la postproducción
pueda abrirse a otras productoras. Sí se logra materializar un material que
posteamos y que las bandas pueden llevarse para repostear donde quieran, con
calidad exportable. A su vez, hay una sesión de fotos mientras graban, con
muchas cosas aprovechables. Hay que destacar que el Lavardén fue utilizado y
reciclado por Fito Páez para grabar Circo
Beat, lo que hace que además de tener el sonido de un teatro, esté “arreglado”
para un disco, algo que a nosotros nos da una seguridad, un colchón, muy
importante.
-El recital
trunco de diciembre pasado hubiese sido el objetivo consumado.
-Por mal clima no pudimos hacer ese recital, que
consistía en el festival por los 115 años del Bar “La buena medida”. Ahí sí
íbamos a materializar esto, porque el DVD que íbamos a grabar incorporaba a
doce productoras de video y doce productoras de audio para que pudieran, tipo
bolsa de trabajo, tener un EP, un DVD, para fabricarle a bandas de primer
nivel.
-Ustedes ya
hicieron un DVD para Vudú: Nutopía.
-Ese DVD nos costó mucho esfuerzo, y cuenta con la
certificación Dolby. Hicimos también una edición en Blu-ray. Es una forma de
levantar la vara, de laburar bien. Para que figure el logo de Dolby, ¡lo que
hubo fue un contraro! Hacer el Blu-ray fue un aprendizaje, fue también darnos
cuenta de que no había Blu-rays nacionales, sino sólo cuatro: tres de música y
uno que era la película El secreto de sus
ojos. Sólo tres de ellos tenían el sello Dolby. El nuestro fue el cuarto.
-Entiendo que a
partir del ofrecimiento de la mejor calidad técnica, hay un mundo de
posibilidades que se abre.
-Nosotros tratamos de mezclar los temas en 5.1,
porque el ambiente del teatro nos estimula. Cuando no hay que microfonear de
más, grabamos la guitarra de aire y de caja, para darle más ambiente. Tratamos
de hacer lo mejor que tenemos con lo que podemos. Lo que hemos hecho con Ximena
es armar una especie de trincherita. Nos conocimos en un taller de guión; si
bien esto no tiene mucho de guión, sino de comunicación y de orden
comunicacional. Cuando pensamos a Enrocke como un programa de televisión no
terminábamos de ver qué era lo que tenía de diferente hasta que nos dimos cuenta
de que en realidad se trataba de un proyecto de macrocomunicación, como una
bisagra entre lo público y lo privado. Hay que aclarar que ninguna banda paga
para grabar en Proyecto Enrocke, y que cada jornada consiste en ocho horas con
el teatro vacío. También ha grabado con nosotros gente que todavía no tiene
discos, pero que hace unas cosas increíbles
No hay comentarios:
Publicar un comentario