Historietas y
animaciones que no paran
El año arroja
una mirada coincidente en cuanto a talento y persistencia entre la historieta y
la animación en Rosario. Con más o menos reconocimiento, la actividad sigue
imparable.
Por
Leandro Arteaga
Historieta y cine-animación comparten semejanzas,
híbridos, distancias. También un mismo ámbito territorial, en este caso dado
por la ciudad de Rosario. Hay profesionalismo, ámbitos educativos, artistas de
referencia. Se distingue también un escenario que es distinto para cada caso,
que pugna entre el esfuerzo por el reconocimiento social e institucional, la
tarea autodidacta, el salto internacional. Mucho puede decirse al respecto, y
este cronista sabe que habrá ejemplos o nombres que por descuido podrán no
aparecer en lo que sigue. Disculpas si es el caso.
Desde la historieta, Rosario conoce una trayectoria
que, circunscripta al año pasado, permite pensar al menos en tres instancias
representativas. Una de ellas es Crack
Bang Boom, cuya tercera edición no sólo asentó una cantidad de público
relevante (más de 12.000 espectadores), sino una práctica de contacto entre
asistentes y profesionales que ya es comentada en medios nacionales e
internacionales. En su última celebración, CBB recibió como es costumbre a artistas
de renombre mundial y a representantes editoriales -el europeo Ervin Rustemagić, Lautaro Ortíz por revista Fierro- que revisaron carpetas y
dialogaron con los dibujantes. Paneles y talleres especializados, con muestras
y un homenajeado sin par cuya sola mención hubo de colmar toda actividad que lo
tuvo por protagonista: Robin Wood. Organizado por Centro de Expresiones
Contemporáneas y el dibujante profesional Eduardo Risso, CBB promete continuar un
camino que ya es lugar de encuentro, con fecha próxima establecida: 8 al 11 de
agosto de 2013.
En segundo lugar, se
elegirá nombrar la consolidación durante 2012 de la Escuela de Dibujo Barocelli
(www.escueladibujo.com), que es también expresión complementaria de los
numerosos talleres de historieta que se reparten en la ciudad. A su vez porque
su director es un dibujante y gestor de proyectos incansable, que distribuye
energías entre cuadritos, acuarelas, docencia. Por otro lado, la afluencia de
talleres -con docentes que se encuentran en ejercicio profesional- hubo de
prosperar en la concreción de un tercer aspecto de importancia para el ojo de
este cronista: la realización de la revista Términus,
cuyo primer número permite entrever apenas algunos de los lápices que Rosario
esconde y que quieren vivir de lo que saben hacer: dibujar.
Lo predicho es disparador
de algo ya conocido, pero que no deja de ser paradójico. Para el caso, va una
lista de nombres: Risso, Marcelo Frusin, Alejandro Aragón, Leo Fernández,
Gerardo Balsa, Damián Couceiro, Francisco Paronzini. Hay más. A todos los
distingue el hecho de trabajar para Europa y/o Estados Unidos y ser casi
desconocidos en suelo propio. Alguna excepción parcial: Gabriel Ippóliti, cuyo Edén Hotel –editado por Casterman en
Francia- publica por estos días Fierro.
Y mención aparte para Decur, quien entre Fierro
y Ediciones de la Flor
ha alumbrado un mundo sorprendente, al que cada vez más lectores recurren. (Y
bienvenida también la re-aparición de una tira diaria en uno de los diarios de
la ciudad. Por fin, por fin…).
Desde ese otro mundo de
dibujos, pero animados, la tarea de referencia prosigue en la Escuela para Animadores,
dirigida por Pablo Rodríguez Jáuregui, bajo dependencia del Centro Audiovisual
Rosario de la Municipalidad. Van
siete años de la EPA,
así como cuatro temporadas de Cabeza de
Ratón (por canal 5) y En la cresta
del rock como desprendimiento en forma de largometraje, con estreno dado en
el Festival de Video Rosario y en El Cairo Cine Público. Oficio de ratón que sigue
siendo consumado por la
Cooperativa de Animadores Rosario, que conforma con la EPA un vínculo
intra-institucional que ha permitido, entre otras cosas, vislumbrar un homenaje
personal -con colaboración del gran actor de voces Pelusa Suero- a Hijitus y
García Ferré en Los misterios de Trulalá
(descarga gratuita en www.trulala.animadoresderosario.com.ar),
también con estreno en el Festival de Video y emisión televisiva por canal 5.
A propósito del Festival,
destacar que el premio a la "Mejor animación" correspondió a Modesta historia de un suntuoso derrochón, de Gonzalo Rimoldi,
quien junto a Melisa Lovera destacan cada vez más en una serie de trabajos que
los está situando como una dupla de mirada personal, atenta a las variables que
permite el cine animado.
Hubo también lugar durante
2012 para un 4º Encuentro de Animadores Independientes, organizado por el CAR y
la EPA en Isla de
los Inventos. Fue muy importante, sea tanto por el vínculo que supone entre
animadores de la región y el país –con presencia de Buenos Aires, La Plata, Córdoba, Tucumán,
Salta, Jujuy, La Rioja,
Santa Fe-, como también por los invitados: entre ellos, Lucas Nine, Rocambole,
y la asistencia distinguida de María Verónica Ramírez y Caloi, quienes
presentaran una preview de Ánima Buenos Aires, largometraje coral
dirigido por Ramírez, estrenado en mayo, con participación en uno de sus
segmentos de un equipo íntegramente rosarino (Cachimba, Balestra, Lleonart,
Lenardón) dirigido por Pablo Rodríguez Jáuregui.
Claustrópolis, título del trabajo de Jáuregui, puede también ser
entendido como corolario internacional (Ánima
Buenos Aires obtuvo en diciembre pasado el Primer Premio Coral en la 34ª edición del Festival
Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana) de un proceder infatigable dentro del cine
animado de la ciudad, cuyo trazado se ocupó de analizar este cronista en La pantalla dibujada. Animación desde Santa
Fe (Ciudad Gótica, 2012), para arribar así al nombre pionero, artístico,
del gran animador rosarino Luis Bras: raíz maravillosa.
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