domingo, 24 de octubre de 2010

CRACK BANG BOOM + Jim Lee: entrevista


Héroes, villanos y un dibujante superlativo




Entre lectores, coleccionistas y fanáticos, el norteamericano Jim Lee dibujó y dialogó con el público. “Antes, la gente solía esconderse para leer cómics”, destacó el dibujante.

Por Leandro Arteaga (con la colaboración de Mariano Abrach)

“Es un sueño cumplido” destacó Eduardo Risso entre las palabras de bienvenida para la introducción de Crack Bang Boom. Mucha satisfacción en el dibujante –que brillaba de ganas ante una posible segunda edición, mientras abría las actividades en el Teatro Príncipe de Asturias el pasado jueves-, pero también entre los asistentes, los invitados, y la gente copiosa que comenzó a llenar las instalaciones del Centro de Expresiones Contemporáneas y los túneles del Parque de España.
Stands, paneles, exposiciones, charlas de café y muchos libros de historietas, como marco ideal desde el cual Crack Bang Boom se consolida como Primera Convención Internacional de Historietas en Rosario.
Sin dudas, la atracción sobresaliente que guardarán en el recuerdo muchos de los asistentes de este primer Crack Bang Boom, estará dada por la participación de Jim Lee (Seúl, 1964). El dibujante nacionalizado estadounidense –actualmente co-editor del sello DC Comics- es una de las luminarias de mayor prestigio dentro del ámbito profesional. Luego de distintas incursiones, el despunte que cataloga a Lee como dibujante estrella será la cifra histórica de ocho millones de ejemplares a través del número 1 de la revista X-Men, de 1991.
Es bien sabido que los norteamericanos sopesan talento desde el parámetro económico o, por equivalencia, de taquilla. Pero aún cuando ha sido ésta la realidad mentirosa de muchos otros dibujantes –cuyo éxito de ventas terminara siendo un bluff-, Jim Lee supo cómo desmarcarse desde la reinvención de su estilo gráfico. En una primera instancia, fue parte del grupo fundador del sello Image Comics, que a través de su tarea obligó a las principales compañías editoras –Marvel y DC- ha modificar su política y comenzar a reconocer derechos de propiedad intelectual a dibujantes y escritores. Por otro lado, y ya vuelto al redil de Marvel primero, y DC después, Lee fue capaz de insuflar vida gráfica a Batman a través de una de las mejores series que ha tenido el personaje –Hush, 2002-, relectura y renovación del mito del hombre-murciélago. Otro tanto ha realizado también con Superman: For Tomorrow (2004), con guión de Brian Azzarello, otro de los invitados de Crack Bang Boom.


Es por eso que encontrar a Jim Lee en uno de los puestos directivos de mayor relieve en DC –y por derivación, uno de los puestos más poderosos dentro de la industria del cómic, sin olvidar que DC es propiedad de Warner Bros.-, significa de forma sintética el derrotero que el mercado yanqui realiza entre arte e industria. Lee es sinónimo de innovaciones gráficas y editoriales. La industria –o el mundo empresario, mejor decir- los cría, les permite algún que otro pataleo –caso Image-, y los trae de nuevo al primer hogar.
“Estoy orgulloso por haber formado parte, en su momento, de Image Comics y por estar asociado al cambio que significó. Siempre es bueno para nuestra actividad tener muchos lugares donde trabajar. Hasta Image, eran Marvel y DC las únicas que predominaban. Aún cuando tenían muchos personajes, no había demasiadas posibilidades de trabajo, de editoriales, de recursos. Image fue quien las posibilitó”, explica a Rosario/12 el dibujante.

-¿Qué lectura puede realizar entre sus años de profesión y el desarrollo del cómic en Estados Unidos?

-Ocurrieron muchos cambios. Cuando yo empecé el cómic era todavía un nicho por explorar, la gente se escondía para leerlo. Hoy día ya es parte importante de la cultura pop, se encuentra reconocido y se lo aprecia de manera universal.

-¿Qué función o problema juegan las nuevas tecnologías en la producción de historietas?

-Las tecnologías han facilitado la manufactura de los cómics, han acelerado sus procesos. Hoy los dibujantes escanean sus propias páginas y las envían, por ejemplo, por e-mail y ya no por servicios postales, algo que sumaba días de espera. Pero, de todas maneras, los cómics están siempre al borde del atraso, de la falta de tiempo, debido a la inclemencia de las fechas de entrega, de las “deadlines”. Pero la esencia del cómic sigue siendo la misma, la de contar historias; en este caso, las nuevas tecnologías no significan más que nuevas herramientas.
-Irónicamente, creo que en la actualidad es en los cómics norteamericanos donde se encuentran las mejores historias, antes que en el cine. ¿Está de acuerdo?
-No comparto la misma opinión, me gustan los dos medios. Creo que se trata de lenguajes diferentes, cada uno con sus fortalezas y debilidades. Los dos han producido grandes historias durante las tres o cuatro últimas décadas.

-¿Cuáles son sus proyectos de trabajo, actualmente?

-Estoy trabajando en la finalización de All Star: Batman & Robin con Frank Miller y también en una miniserie de cuatro capítulos de título Batman: Europa, donde me ocupo de la primera entrega, las otras tres van a ser realizadas por artistas diferentes, pero esa es información “top-secret”.

-¿Qué impresiones le genera Crack Bang Boom, y un ámbito como nuestra ciudad?

-Es todo muy agradable. Es el tipo de actividad que lleva a que logremos darnos cuenta de la cantidad de gente que nos lee, de en cuántas partes del mundo el cómic es apreciado, algo que uno habitualmente olvida mientras dibuja en su casa.

También en Rosario/12 (24/10/2010)

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