La fragancia del recuerdo
Por
Leandro Arteaga
Con El pasado
se produce una réplica inevitable con La
separación (2011), anterior film del iraní Asghar Farhadi. Nuevamente la
problemática de pareja, ahora desde el nexo y desunión entre París e Irán,
entre Marie (Bérénice Bejo) y Ahmad (Ali Mosaffa). Ella le solicita venir para
el divorcio. Le hospeda en su casa –no le reserva habitación de hotel-, donde
Ahmad descubre la nueva pareja –e hijo putativo- de Marie, junto a un tiempo
que ha transcurrido y alterado la convivencia entre ella y su hija mayor.
Ese lapso sucedido, hiato desde el cual el film
elige iniciar y eclipsar, esconde demasiado. No sólo entre ellos, sino también
desde lo supuesto entre Marie y su nuevo prometido, Samir (Tahar Rahim, mismo
actor de la formidable Un profeta).
Lo que se antoja como demasiado complejo, entre tantos personajes, historias
compartidas y desunidas, entre hijos cuyos padres y madres oscilan, de a poco
sintetiza en algo mucho más profundo, que rebotará una y otra vez en lo
sucedido, en lo pasado.
Cada una de las acciones, en cualquiera de los
personajes, permite su contradicción. Marie aloja absurdamente a su ex en su
casa, las peleas tiñen en risas de melancolía, los amores encontrados no pueden
jactarse de auténticos, los padres y madres cambiantes tampoco. Si cada uno de
ellos queda atrapado en una espiral sin fin, entre todos ofrecerán imágenes de
referencia mutua, interdependientes. Marie entre Samir y Ahmad, tironeada. Pero
también Samir entre Marie y su esposa, en coma, luego de un intento de
suicidio.
Cada una de las piezas esconde subtramas, todas tan
importantes porque ninguno de los detalles es, por pequeño, menor, sino
decisivo sobre lo que sucedió y, sobre todo, habrá posiblemente de ocurrir.
Ahmad se encuentra en una telaraña mucho más compleja que la solución supuesta
por el trámite de divorcio. Ningún papel termina definitivamente con nada. Y
él, de todos modos, tampoco renunciará a pasar unos pocos días en una casa
donde supiera vivir, donde ahora mora otro.
Será padre de quien no lo es. Será pareja de quien
ya no lo es. Será confidente y consejero. Y cuando sea momento tal vez oportuno
de abrir un poquito aquel pasado, mejor cerrar la posibilidad, dejarlo allí.
Como si fuese asunto concluido, mientras todo demuestra lo contrario. En este
sentido, el desenlace que el film elige es notable. De ninguna manera debe
leérselo como nota literal sino, antes bien, como nota poética.
El gesto último del film no es tanto lo que muestra,
es lo que sugiere. El perfume de una fragancia puede ser más fuerte que
cualquier otro remedio. Puede sanar pero, aludida la contradicción, también
enfermar. El recuerdo, justamente, es también un perfume. El pasado, una
tenaza.
El
pasado
(Le passé)
Francia/Italia, 2013. Dirección: Asghar Farhadi. Guión: Asghar Farhadi, Massoumeh Lahidji. Fotografía: Mahmoud Kalari. Montaje: Juliette Welfling. Música: Evgueni Galperine, Youli Galperine. Reparto: Bérénice Bejo, Tahar Rahim, Ali
Mosaffa, Pauline Burlet, Elyes Aguis, Jeanne Jestin, Sabrina Ouazani. Duración: 130 minutos.
Sala:
Cines del Centro.
8
(ocho) puntos
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