La historia
que rebota en el presente
La película de Arturo Marinho teje lazos entre el temido coronel Ambrosio Sandes y un descendiente, a la vez que rastrea el origen de una fotografía, y se detiene en el umbral entre la lejanía y cercanía. Mañana en Cine El Cairo.
Por
Leandro Arteaga
“La historia de una vida puede estar contenida en la
historia de una foto” dice el realizador Arturo Marinho de su nueva película, Los degolladores. Por un lado, la cita
está contenida en la misma sinopsis que propone el film. Por el otro, es
expresión personal, que basta rememorar para indagar en los motivos de este
documental, que mañana a las 20.30 exhibirá en carácter de preestreno, con
entrada libre y gratuita, el Espacio Santafesino de El Cairo Cine Público
(Santa Fe 1120).
“El punto inicial del trabajo es una foto que vi en
el Museo Municipal de la ciudad de Cañada de Gómez, sobre un personaje
malamente notorio de la historia argentina, el coronel Ambrosio Sandes”,
explica Marinho a Rosario/12. “Sandes,
un coronel uruguayo, fue uno de los ejecutores de la política y plan de
exterminio del ejército de Mitre, luego de la batalla de Pavón, en la zona
norte del país. Puntualmente, se dedicó a despejarla de todo vestigio de
federales, tanto soldados como simpatizantes y líderes. Era quien llevaba
adelante el trabajo sucio, de alguna manera. En principio me movilizó la foto
que encontré en una vitrina, y a partir de rastrear su origen me encontré con
una historia muy poca conocida, que es un poco la que pasó en la provincia de
Santa Fe a partir de este exterminio planificado, y que lógicamente me llevó a
una sensación muy clara sobre algo que ha sido recurrente en la historia de
nuestro país, en cuanto a la resolución de los conflictos políticos por medio
de la eliminación del otro, el distinto, el diferente, el oponente. Fue en ese
momento cuando el proyecto comenzó a tener su solidez. A su vez, en este tipo
de trabajos siempre está la pregunta sobre cómo filmar la Historia sin que sea un
programa sobre un museo. Cómo hacerlo para que un proyecto histórico viva, para
que sea interesante para un espectador.”
-La foto a la
que te referís es la de Sandes con sus heridas al descubierto.
-Es de una particularidad muy especial. Es alguien
del siglo XIX, que está sentado con el torso desnudo, mostrando la cantidad de
heridas que tiene, las que se dice son cincuenta y cuatro. El lazo con el
tiempo presente es el elemento que dispara la historia, a través de Pablo
Sandes, un descendiente del coronel a quien termino conociendo. Pablo es una
especie de anverso de su antepasado, en el sentido más literal de la palabra,
pero con algunas similitudes muy significativas que también me parecieron muy
interesantes de reflejar, porque la historia que rebota en el presente tiene
esos juegos de espejos. Es muy importante la cuestión del doble, la
duplicación, en este trabajo, hay una suerte continua de juego de espejos que
me pareció interesante para deslizar cómo aún en alguien que se opone
radicalmente a otra figura persisten ligazones muy fuertes, imposibles de ser
borradas.
-¿Y cómo llegás
a conocer a Pablo?
-A través de las redes sociales, una de las
herramientas más desesperantes de nuestras vidas cotidianas; si bien es un
lugar absolutamente indómito también es cierto que aparecen cosas inesperadas.
Así fue cómo aparece esta persona que es nieto lejano de Sandes, y que estaba en
la búsqueda y reconstrucción de su historia familiar.
-De nuevo lo
espejado, es una casualidad extraña.
-Creo que un poco se
relaciona con la máquina narrativa de la cosa documental. Hay una cierta dosis
de situaciones que se dan de manera casual, que uno no puede poner en un orden
lógico. Al ponerse en marcha, esta máquina va encontrando ciertos diques y va construyendo
el recorrido. En ese sentido, soy muy respetuoso de esas casualidades, las
sigo. Si bien tengo un plan, en algún momento necesita ser abandonado, en
términos de rodaje y de proyecto. En esa tensión entre qué es lo que se debe
seguir y qué es lo que se debe abandonar, está el hecho de lo que a mí me parece
interesante construir, que es una historia para ser contada y compartida con un
público. En ese hilvanar esos caminos alternativos con los principales es donde
se va generando la historia.
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