domingo, 26 de julio de 2015

Manuel Depetris: entrevista


Entre la pintura y las historietas

Manuel Depetris exhibe un talento que desborda. La edición del Cuaderno de Dibujante dedicado a bocetos e ideas íntimas destaca la tarea del artista. Las bellas artes, las historietas y Hugo Pratt.

Por Leandro Arteaga
Se lo conoce poco a Manuel Depetris y es mucha la importancia de su trabajo. Pintura e historieta en trazos y pinceladas repartidos por igual entre lienzos y papel. Tal es la novedad que significa Cuadernos de Dibujante #2: Manuel Depetris (2015, Puro Comic Ediciones), serie compilada por Juan Ángel Szama, ganadora de la convocatoria Espacio Santafesino, dedicada a recopilar bocetos y dibujos inesperados de algunos de los grandes historietistas de la ciudad.
Con estudios cursados en Bellas Artes (UNR), Depetris (1985) confiesa encontrar su lugar en la historieta casi sin proponérselo. “Si no fuera por unos amigos que me patearon para adentro, quizás nunca me lo hubiese propuesto. Sí hacía historietas desde chico, pero nunca me lo propuse como objetivo. Como hubo gente que me motivó, fui probando cosas. Pero la plástica y la historieta van a la par, son dos producciones que para mí conforman una sola. Lo que no puedo decir con una lo digo con la otra. Son dos lenguajes que quizás se complementan; cuando a veces la potencialidad de uno no llega a cubrir un objetivo, el otro viene a compensar.”

-¿Cuáles son esas posibilidades específicas que encontraste en la historieta?
-Fundamentalmente, la interacción fluida entre la imagen y el texto. Es algo que la pintura permite pero desde un acotamiento del formato. Yo soy un pintor bastante tradicional, trabajo sobre tela o papel. Pero la historieta te da otra relación con el tiempo, con los ritmos, de cuadro a cuadro y de página a página. También la palabra como elemento gráfico es algo que me interesa mucho, así como explorar una faceta como la elaboración de textos, algo que sólo apareció con la historieta.
El Cuaderno de Dibujante de Depetris deja entrever un mundo abismado, perdido en una ensoñación que pierde referencia temporal. Hay personajes que podrían llegar a ser, mientras habitan un entorno de dibujos y trazos o pinceles en proceso. Por eso, el Cuaderno es una oportunidad única para adentrarse en la intimidad del artista, en ese momento donde todo puede llegar a ser porque allí está el devenir posible. Ahora bien, cómo organizar un libro semejante no es tarea fácil. Mucho, sino todo, tiene que ver con la tarea del compilador, el dibujante Juan Ángel Szama (organizador de Crack Bang Boom), quien suma este libro al que ya dedicara a Renzo Podestá, en vistas a un tercero que estará protagonizado por bocetos de Eduardo Risso.

-¿Cómo te resultó pensar este libro?
-No fue muy fácil. Cuando Juan me dijo de hacerlo me interesó, pero a la hora de buscar los bocetos uno se da cuenta de que no son tantos. Hay un filtro importante que uno mismo hace, y luego está el gusto del editor. No fue nada fácil, siendo como es el primer libro que publico bajo mi nombre. Pero hay que darle el mayor de los créditos al compilador, el trabajo grueso lo hizo él.
Entre las palabras de Depetris que se leen en la entrevista contenida en el Cuaderno, se dice: “la ausencia total de acción, los ritmos lentos, las páginas con dos o tres cuadros, los colores desaturados, las líneas desprolijas” como aspectos que caracterizan su estilo, si bien conciente de una voz definitiva que está siempre en proceso. “Mal haría yo o cualquiera en pensarme desde una fórmula, hay que tratar de no cerrarse en una definición de estilo. Lo que vengo haciendo tiene que ver con un objetivo, con un fragmento en mi historia, quizás mañana mi objetivo sea otro y mi estilo necesariamente cambie. El complemento del lector es esa maravilla que dará una segunda, tercera, e infinitas lecturas. Me parece que la fórmula es privativa”, agrega.
Entre los referentes, que pueden ser muchos, Depetris no duda: Hugo Pratt. Y explica: “Para mí la historieta es Pratt, y luego los demás. Yo soy un consumidor de historietas desde los dibujantes, si me gusta el dibujo, entro. Con Pratt esto fue así desde chiquito. Recuerdo que mi viejo una vez apareció con un libro que tenía guardado, un Jesuita Joe, de editorial Totem, formato enorme, a color. Yo no entendía nada, al principio no me gustó, ¿por qué dibujaba tan simple? Luego de días y semanas y años de mirarlo se volvió como una Biblia. Para mí, Pratt es fundacional en todo intento de dibujar. Todo está ahí.”
Los trabajos de Depetris se reparten entre publicaciones brasileras y la promesa de un libro inminente, que editará La Pinta (Bs. As.), cuyo director, Martín Muntaner, firma el prólogo notable con el que abre el Cuaderno de Dibujante. “Estoy en ese proceso de que se conozca de a poco lo mío. Participé en la adaptación de una novela de un escritor brasilero, a la que me invitó un colega. Fuimos cinco ilustradores, con un capítulo cada uno. Esa fue mi primera publicación profesional, además de algunos fanzines. Tengo un libro terminado, desde hace unos años, pero que está en cola de espera en La Pinta. Se titula ¿Qué clase de casa es ésta?, son cuatro historias cortas, la primera cosa que hago integralmente. Un libro que casualmente cierra mucho con el Cuaderno de Dibujante, ya que allí incluí mucho de su producción. Ahora voy a publicar en una revista en Brasil, una historia que me gustó mucho hacer. Estoy en esto de empezar a salir afuera para que se conozca un poco mi trabajo y ver qué pasa.”

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