Un mundo de dibujitos
y cuadritos
La producción
de historietas y dibujos animados durante el año que pasó. Dibujantes en
ascenso, revistas y películas. Los límites y los horizontes. Lo que se puede
leer, lo que hay que ver.
Por
Leandro Arteaga
Entre historietas y animaciones, la producción en
Rosario destaca con aristas todavía parecidas. Vale decir, por un lado la
creciente manifestación de dibujantes en formación y con trayectoria, por el
otro la falta de una estructura que organice el panorama.
De todos modos, y a juicio de quien escribe, el
ámbito con mejor coordinación es el de la animación. En ello tiene que ver el
rol decisivo del Estado municipal, ya que es a través del Centro Audiovisual
Rosario cómo se articula la
Escuela para Animadores, que habrá de cumplir diez años de
vida en 2015. De la EPA
deriva la conformación y tareas varias que desempeña la Cooperativa de
Animadores Rosario, de cuño independiente, compuesta por docentes y ex-alumnos
de la Escuela,
en 2009. De entre sus producciones se desprenden, como luminaria, las seis
temporadas televisivas de Cabeza de Ratón
(Canal 5), producidas junto al CAR.
Entre tales instancias, el nombre nexo es el de Pablo
Rodríguez Jáuregui, director de la
EPA e impulsor o partícipe de todo proyecto que implique
dibujos animados. Con él, Diego Rolle y el grupo que la Cooperativa contiene.
Durante el año transcurrido, dos largometrajes sobresalieron: La revolución de los colores (tercera
película con protagónico de Cabeza de Ratón y troupe) y Guía de Rosario Misteriosa
2.
Ambas, a su vez, contenidas por marcos de
celebración. La aventura de Cabeza de Ratón tuvo estreno en la primera Animaratón, desarrollada en teatro La Comedia durante el mes de
marzo, organizada por la EPA
y CAR. Entre títulos destacables como Anina
(2013, Alfredo Soderguit) y El sol (2009, Ayar Blasco), el momento de relieve lo ofreció el
rescate fílmico de las producciones animadas de Juan Oliva, Burone Bruché y
Jorge Caro, realizadas en las décadas de 1940 y 1950. La exhibición fue
musicalizada por la National Film Chamber Orchestra,
de Fernando Kabusacki.
Por el lado de Guía de Rosario Misteriosa, la secuela
continúa la estela abierta por el trabajo de 2009, la obra teatral –éxito de
público-, y la capitalización de un proyecto de libro escolar inconcluso. Fue
la película encargada de inaugurar la edición 21 del Festival Latinoamericano
de Video y Artes Audiovisuales Rosario. Así como oportunidad para un recuerdo
mayúsculo, ya que el FLVR se preocupó por destacar la pérdida irreparable de uno
de los animadores mayores de la ciudad: José María Beccaría (BK&Basta!), fallecido
durante el mes de mayo.
Guía de Rosario Misteriosa 2 continuó su periplo por los
Distritos Municipales, a la vez que obtuvo pantalla en los cines Monumental,
Diana, y en Canal 5. Hay que agregar que, fiel a su política de divulgación, la
película cuenta con descarga gratuita en http://www.rosariomisteriosa2.animadoresderosario.com.ar/.
A propósito del FLVR, el premio Mejor Animación fue para De costumbres, de Pablo Cirilli, oriundo de Funes, con un manejo
del timing que hace de sus gags una
sucesión gradual, creíble, dramática. Está en Youtube, es imperdible.
El año dio a conocer también
un cortometraje encantador, ganador del subsidio de Espacio Santafesino. Con el
título La gallina clueca, la realizadora
Maia Ferro logra una recreación de melancolía pop del barrio Refinería, circa
años ’50, con reminiscencias directas al humor gráfico del gran Calé. Con
estreno en Cine El Cairo, el corto significó una coproducción entre Cooperativa
de Animadores y Tembe Colectivo Cooperativo, de Santa Fe. Por otra parte, tuvo
su preestreno El oficio de Juan, de
Estefanía Clotti, con producción de Avi Films. El cortometraje resultó ganador
en el Concurso Infancias 2012 del Incaa.
La
mención de Calé -lápiz rosarino sin igual de Buenos Aires en camiseta, en Rico
Tipo- da introducción al tema historieta. Y acá el asunto es complejo.
Desde este espacio se celebra la aparición de toda publicación, pero lo que
también debe atenderse es al impulso de los propios dibujantes, ocupados en
tareas editoriales. Son ellos los responsables de las mismas revistas en las
que publican. Lo que evidencia un rasgo que no cambia, porque no hay -¿ni
habrá?- editores.
Al respecto, un caso
peculiar es el supuesto por la impecable edición que la Editorial Municipal
ha realizado de Johnny Jungle, primera
parte, de la dupla francesa Jean-Christophe Deveney (guión) y Jérôme Jouvray
(dibujos). El álbum, premiado en el Festival de Lyon 2013, ha
sido consecuencia de Crack Bang Boom
y su homenaje a Francia. La buena noticia es que la tarea editora tuvo
reconocimiento nacional, al ser elegida “Mejor Edición Argentina de
Historieta Extranjera” en Comicópolis, Buenos Aires. Las paradojas son dos. Una
y evidente: la edición es local pero de material extranjero. La otra: ¿se
publicará la segunda parte de Johnny
Jungle, ya publicada en Francia?
En todo caso, lo que debiera ser probable, pensable,
es la existencia de un catálogo de historietas a nivel local (a la par de
cualquier cómic, sea cual sea su procedencia). Pero también, ¿es el Estado
quien siempre debe cargar con tales responsabilidades? Según lo visto y leído
–desde revista Rita, la salvaje, financiada
por la Municipalidad
hacia 1991- pareciera ser que sí. A excepción de que sean los mismos dibujantes
quienes tomen al asunto en sus manos.
En este sentido, si el salvavidas correspondiente a
la década infame del ’90 fue el de la autoedición, de aquel panorama los
historietistas supieron aprender. Hoy, alejados de la urgencia de los fanzines y diestros con las nuevas
tecnologías, llevan a cabo ediciones cuidadas, de buen diseño, atractivas. El
proyecto que se ha perfilado de manera señera es el de revista Términus, con Bruno Chiroleu y Gastón
Flores (Editor y Jefe de Redacción, respectivamente). Durante el 2014 Términus sumó tres números más, a una
colección que ya tiene siete ejemplares, con tiradas agotadas.
Términus desprende una variedad estética
a atender sobre el desarrollo de la historieta en la ciudad. Además, cada
número contiene colaboraciones nacionales e internacionales, junto a la sorpresa
supuesta por el hecho de que muchos de sus dibujantes (rosarinos) trabajan
profusamente en el exterior pero son desconocidos en su ciudad. La publicación
ha logrado distribución nacional y colabora de modo recíproco con los sellos
independientes Dead Pop, La
Pinta y Salamanca, con quienes se presenta en las diferentes
convenciones a lo largo y ancho del país.
El emprendimiento que es novedad lo significa
Rabdomantes Ediciones, de César Libardi, eventual guionista y gestor de proyectos
que le vinculan a la paradigmática AHI Rosario (Asociación de Historietistas
Independientes). El sello ha publicado, hasta el momento, dos números de la
antología Quimera, con numerosas
participaciones y series locales. Además, Rabdomantes suma la edición paralela
de álbumes, cuyo primer título ha rescatado el western Cándido, una de las primeras historietas del bonaerense Javier Rovella,
autor de la popular tira Dante Elefante.
Cándido fue realizado originalmente para
Catzole, mítico fanzine porteño donde colaborara Salvador Sanz. De éste,
Rabdomantes tiene en carpeta la publicación de Orgasmatrón, también de Catzole.
En otro orden, La Duendes es una editorial patagónica cuyo
responsable, Alejandro Aguado, impulsa proyectos variados, con amor por el
medio. Si bien con impronta rosarina, el álbum Legionarios: Los perros de Roma tuvo allí sello editor, a partir de
una selección de dibujantes –mayoritariamente rosarinos- que el guión de Oenlao
se ocupó de coordinar. La presentación del libro tuvo lugar en Crack Bang Boom. Y esto conduce al nudo
del asunto. Porque, como ya es habitual, CBB fue notable y mantuvo el interés
multitudinario que congregó en las instalaciones del Centro de Expresiones
Contemporáneas durante sus cuatro días de agosto.
Por un lado, los invitados ilustres, entre ellos el
extraordinario Régis Loisel (Gran Premio de Angoulême), autor del laureado Peter Pan,
y Yanick Paquette (La Cosa del Pantano). Junto al homenaje
al rosarino Alfredo Grondona White, cuyo humor irascible continúa inalterable
en el imaginario colectivo, con preferencia por las páginas de revista Humor. Además de ser un ámbito
perfecto para la presentación de libros, la quinta edición de CBB sumó las
mejores muestras y exposiciones: Retrospectiva de la obra de Eduardo Risso, Historietas x la
Identidad, 75 años
de Spirou, Tebeos (dedicado a la
historieta española, presentada durante el festival de Angoulême
2012), Comics che passione! (sobre
historieta italiana). Estas actividades se repartieron en Alianza Francesa,
Parque de España, CEC, Plataforma Lavardén, C.C. Roberto Fontanarrosa.
Más la afinidad supuesta –si bien por fuera de CBB- por
Batman & Superman: 75 años en figuras
y coleccionables, con cabida en el Fontanarrosa. Así como la variación
plástica y narrativa contenida en RompeCortázar
(Espacio Cultural Universitario), con curaduría de Juan Sasturain, y la
participación de notables como Lucas Varela, Pablo Túnica, Enrique Breccia, donde
sobresalió la obra maestra que sobre “La noche boca arriba” realizara la mejor dupla
posible: Carlos Sampayo y Carlos Nine.
A este recorrido hay que sumar la participación del
dibujante Charles Berberian, de visita en Alianza Francesa y Escuela para
Animadores, cuyo Monsieur Jean viene
siendo publicado por La
Editorial Común, de Liniers. También la EPA fue ámbito bienvenido para
el ilustrador Oscar Chichoni, quien promete dar un Seminario intensivo durante
el año que inicia. Chichoni, a recordar, es uno de los insignes portadistas que
tuviera la revista Fierro original.
Ahora se encuentra metido en pleno Hollywood, mano derecha creativa de todo
proyecto de Guillermo del Toro.
De vuelta a CBB y afines, el nombre implícito en
estos párrafos es el del dibujante y mentor Eduardo Risso, quien junto a su
equipo (Juan Ángel Szama, Eduardo Santillán Marcus, David Alabarcez, Germán
Peralta) y el CEC, han hecho de CBB no sólo un foco de encuentro para la
historieta, sino una actividad ritual que sirvió de disparador al interés
renovado de convenciones similares por todo el país. También y siempre Risso (ganador
de los Premios Eisner, Harvey, Yellow Kid) porque en él se cifra el recorrido
de muchos dibujantes locales con trayectoria internacional; entre ellos,
Marcelo Frusin (Dargaud), Carlos Barocelli (Segni d'Autore),
Francisco Paronzini (Magnetic Press), Damián Couceiro (BOOM!), Alejandro Aragón
(Dark Horse), Germán Peralta (Marvel), Gonzalo Ruggieri (Heavy Metal), Leandro
Fernández (Vertigo/DC). De Fernández hay que resaltar su reciente Luces y sombras, libro teórico/práctico
en edición bilingüe editado por el sello argentino Dícese. Un trabajo que es,
así como invaluable para todo dibujante, un reconocimiento al lápiz de tantos
títulos Marvel.
El sello local Puro Comic Ediciones –responsable de
ese hallazgo que es Far South, de
Rodolfo Santullo y Fernández- está por sacar al ruedo, entre otras novedades,
la colección Aprendimiento, dedicada
al estudio de las historietas en Rosario y región; proyecto beneficiado con uno
de los subsidios de Espacio Santafesino. Acá, por eso, otra vez el rol del
Estado. Si se toma en cuenta la mayoría de las actividades referidas, se notará
su incidencia insoslayable, necesaria. De lo que también se desprende –y se
repite- que no debiera ser sólo suya tamaña responsabilidad.
Por último y otra vez, el nombre de José María
Beccaría. Señor Calabaza al que se le recordará siempre, nunca suficiente. Si
quien lee esta nota no ha visto, por ejemplo, Las aventuras del Osito que ve accidentes, recurra a Youtube y
regálese un poco de humor burlón, iconoclasta, y lo más importante: sin
“mensaje”. Nadie como BK.
Planeta 59 - Javier Galimany (Quimera) |
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