jueves, 12 de marzo de 2009

El juego favorito (1963, Leonard Cohen)


Caminar, amar, perder, escribir

El juego favorito
Leonard Cohen
Traducción: Agu
stín Pico Estrada.
Edhasa, Bs. As.,
2009
Argentina: $ 39.00
Resto del mundo:
U$S 13


Bajo mis manos
tus pequeños pechos
son los vientres, vueltos hacia arriba
de golondrinas caídas que respiran.

(p.182)


Cuando uno recuerda, porque el mismo texto nos lo hace necesario, que el título del libro es El juego favorito, es entonces cuando nos encontramos con una verdad revelada, con minúscula y melancólica. Pero no desde quien gusta de vestir nubes grises o posturas vacuas, sino como corolario de un sentir que no puede terminar de traducirse en palabras. A la manera de una imagen que sirve de raíz al relato leído.
En El juego favorito, novela de Leonard Cohen (1934, Montreal) publicada originalmente en 1963 y ahora traducida por Edhasa, el artista canadiense desarma una historia de vida que vuelve sobre sí, alterna sus tiempos, no nos dice demasiado acerca de su presente, y se desgrana con suavidad. La vida de Lawrence Breavman, su protagonista, alter-ego inevitable del propio Cohen, nos es rememorada como si se tratase de una voz introspectiva, dedicada a mirarse, a deconstruirse, a pensarse. Como si fuese, tal vez, una lectura de diario personal, tenso y contradictorio, pleno de búsquedas y pérdidas.
De señalar un nexo hilvanador entre las diferentes escenas de vida, ese elemento es el cariz poético que las elige y enhebra. Asistimos al devenir de Breavman porque nos adentramos en quienes le rodean, en la Montreal que cambia de facciones y arquitectura así como él de cuerpos. Cuerpo que se sabe niño, que reviste pulsiones irrefrenables, que conoce surcos arrugados. Más un alma que se envuelve de misterio ante el ataúd frío de aire acondicionado y ceremonia de palabras religiosas pero vacías, momento terrible, donde la despedida al niño querido, único vínculo paternal para un Breavman nunca padre, incómodo y a disgusto como responsable en un campamento de niños ricos, golpea al lector tanto como al personaje, como si se tratase de una libertad que, por plena, muere arrollada y perdida entre pastizales.
Pero éste no es más que uno de esos momentos íntegros y llenos de vida, proclives a comprender un pensar que ha debido soportar y pelear un mandato materno y religioso –mientras escucha las denuncias una madre judía y en desquicio-, que ha soñado con hipnotizar el deseo femenino a su antojo, que supo entender como inolvidable -por prontamente lejano y perdido- un momento de amistad, que reconstruye un cuerpo femenino desde diferentes tactos y caricias y decires y nombres, más un amor que se revela como duda, como decisión, como conflicto.
Lawrence Breavman es, podríamos decir, el personaje que de a poco elije, porque así lo prefiere, la voz narradora. Cuando nos adentramos en su mosaico de vida, fragmentado, caleidoscópico, maravilloso, quedamos sujetos a él, como línea de un mismo poema. Es allí cuando nos damos cuenta de cómo las palabras endulzan el alma lectora.
Por momentos descarnado, por momentos de un rebosante desafío adolescente –siempre poético, nunca cegado-, por momentos lírico y bello, El juego favorito culmina por conformar una canción dolida, vuelta a escuchar en un bar de recuerdos escondidos, con una ciudad cambiada, con un periplo de vida ocurrido, con un amor que es compañía porque también es distancia.

Descargar:

Reseña músico-literaria sobre Cohen en Linterna Mágica (13/03/09).
Intervienen: Gustavo Milano y Leandro Arteaga.
link descarga: http://www.mediafire.com/?jynlydjfitd


No hay comentarios: