martes, 6 de mayo de 2014

Terminus #5 (Chiroleu-Flores-Couceiro): entrevista


Páginas para asomarse y asombrarse
 
Con su nuevo número, revista Términus ratifica su impronta e importancia. Los historietistas quieren dibujar y Términus lo demuestra. Dibujantes rosarinos y del país, muchos con trascendencia internacional, entre sus páginas.


Por Leandro Arteaga
 
Ya van cinco números, y entre tantas páginas, colaboradores, estilos gráficos, experiencia, también historietas completas. El “continuará” es congénito a la historieta, y nada peor cuando los puntos quedan para siempre suspensivos y nada más se sabe o sabrá de los apuros del héroe. Con Términus esto no pasa. Y no sólo eso: reimpresiones de los números 2 y 3 a la orden porque se han agotado, y las distribuidoras quieren, exigen, más revistas.
¿Qué es Términus? Es la revista de historietas que encuentra eje en Rosario y sus dibujantes. Con tanto tino certero que ya han ganado mérito propio entre cercanos y lejanos: historietistas de otras latitudes convergen en sus cuadritos, así como las convenciones les reservan siempre un stand donde –literalmente- agotan sus ejemplares.
Entre los nombres hacedores –esto es: los que se ponen la revista al hombro y piden el material, lo organizan y diseñan, lo imprimen, contactan distibuidoras y puntos de venta– están Bruno Chiroleu y Gastón Flores, Editor y Jefe de Redacción. La selección de trabajos en Términus es variado, y el reciente número 5 quizás tenga el balance mejor, como si la revista hubiese encontrado el terreno firme donde pisar más seguro.
La Términus 5 no sólo finaliza arcos argumentales de apariciones previas –entre los que destaca RIP Van Hellsing, con guión de Barrerio y Ferrúa, más dibujos del magnífico Enri Santana– sino que suma algunos de los mejores unitarios publicados hasta el momento. Entre ellos, Tristeza eterna, de Fernando Baldó, la notable Sorpresa –de Iñaqui Aragón y Patricio Delpeche–, y Promesas de eternidad, una space opera en primera persona, sentida y sin estridencia, de Franco Stagni. Más los trazos de Germán Peralta, Lisandro Estherren y Chiroleu: los tres, tres maneras distintivas de pensar la historieta, tres grandes narradores, repartidos entre el vértigo apocalíptico (Peralta), los secretos introspectivos, inconfesables (Chirloeu), y las brumas lovecraftianas (Estherren). Lo que se dice, un número redondo.
“El tiempo entre número y número –comenta Bruno Chiroleu a Rosario/12– nos permitió tomar contacto con mucha gente talentosa, que nos gusta. Fuimos haciendo un trabajo de ‘seducción’, para que pasaran laburo suyo a la revista; hemos tenido colaboraciones que nos llenan de orgullo”. Entre historietas e ilustraciones, Términus ha sumado las participaciones de Renato Guedes, Pablo Peppino, Dante Ginevra, Marcelo Frusin, Salvador Sanz, Germán Curti, Roberto Viacava, Rodolfo Migliari, entre otros. “Este trabajo de ‘seducción’ –aclara Gastón Flores– tiene que ver con la revista, con la calidad del papel, su tamaño, con todas esas cosas que tanto nos han costado conseguir y mantener. Algo que saben apreciar los lectores, así como la gente que quiere colaborar”.
-¿Cómo organizan la distribución?
-Actualmente tenemos tres distribuidores principales y estamos en camino a conseguir un par más. Nosotros trabajamos con Andrés Accorsi, quien nos hace la distribución en comiquerías, excepto en Rosario, donde nos encargamos nosotros. Ovni Press y Capitán Barato nos hacen la distribución a través de Internet, y estamos trabajando para ver si podemos llegar a algunos kioskos del gran Buenos Aires. Todavía tenemos huecos importantes, como la ciudad de Santa Fe, a donde no hemos llegado y queremos hacerlo. Nuestro interés es que la revista llegue a todo el país -explica Chiroleu.
Términus es también posibilidad de visibilizar lo que muchos vienen haciendo. Es decir, Rosario es una ciudad llena de historietistas pero ausente de revistas. Entre sus partícipes destaca Damián Couceiro, artífice gráfico de varios títulos en la editorial norteamericana Boom! Studios, entre ellos Dracula, Planet of the Apes, y la actual Sons of Anarchy, a partir del éxito televisivo. “Hace bastante que trabajo para Boom!, y es un problema importante el que acá no llegue ni se conozca lo que uno hace”, explica el dibujante, quien reconoce en Chiroleu el esfuerzo máximo en la concreción de Términus. En cuanto a Sons of Anarchy, “van a ser catorce números, estoy terminando el 10; fue un cambio interesante pasar del Planeta de los simios a algo más cercano y realista”. Por lo pronto, además de ilustraciones, Couceiro mantiene la promesa de sumar una historieta en las futuras páginas de Términus. De paso: se trata de un dibujante obsesivo, de puesta en página precisa, nada fuera de lugar, sin subrayados, con atención en la participación del lector. Un maestro.
Por su parte, Gastón Flores celebra la “experiencia y material” que Términus le ha permitido para reforzar “algunos proyectos para editoriales, ya que mi trabajo se puede ver”. “En este número trabajé otra vez con Estherren, un gusto y honor, porque es un tipo que transpira tinta, pero que no puede comprometerse más por sus trabajos con el extranjero”, señala el guionista. “Yo arranqué en el 2007, sin saber cómo se hacía un guión, no había nadie que diera cursos o talleres. Estar desde la formación de la revista fue importante, cada número que sale es una alegría.”
Chiroleu destaca un rasgo que sobresale: “hace poquito que me largué a vivir del dibujo”, toda una declaración de principios, mientras se encarga del embrollo logístico que hace posible a la revista salir al encuentro de los lectores. “Estamos viendo si hacemos un proyecto conjunto, con gente de (las editoriales) Dead Pop, La Pinta y Salamanca; a mitad de mayo vamos a estar en el Festival Azabache, en Mar del Plata, donde será la primera vez que se presenten historietas. Vamos a estar con un stand común, así como trataremos también de estar en la próxima Crack Bang Boom”.

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