miércoles, 8 de abril de 2009
Monstruos vs Aliens (2009, R. Letterman, C. Vermon)
Imágenes que desbordan la pantalla
Monstruos vs Aliens
(Monsters vs Aliens)
EE.UU., 2009. Dirección y guión: Rob Letterman, Conrad Vermon. Montaje: Joyce Arrastia, Eric Dapkewicz. Música: Henry Jackman. Voces: Reese Whitherspoon, Hugh Laurie, Kiefer Sutherland, Will Arnett, Rainn Wilson, Paul Rudd. Duración: 94 minutos.
Dejemos que la nota se nos escape hacia el atractivo mayor, es decir, hacia la posibilidad que significa poder descubrir –o revivir- la experiencia del cine en 3D. Porque Monstruos vs Aliens es el título de la factoría Dreamworks (de Steven Spielberg, cuya guía animada es el film Shrek) con el que el sistema en tercera dimensión aterriza, sorpresivamente, en nuestra ciudad.
Será, entonces, menester también señalar que el ritual del ingreso, los lentes bicolores (aunque ya diferentes, no como uno los conocía), y la expectativa de las primeras imágenes, fueron los mejores ingredientes para el disfrute del espectáculo. Como así también será necesario decir que, de acuerdo con lo reseñado en tantas y tantas notas de diferentes medios volcados al cine, la calidad de la proyección resulta impecable y acorde con las promesas.
La nitidez de la profundidad de campo en la imagen (todo aquello que está en foco dentro del cuadro) es plena. El nuevo 3D –que ha superado problemas pasados, provocadores de mareos y náuseas- constituye un espectáculo sólido pero, vale la pena recordar y subrayar, sólo destinado al disfrute de cierto tipo de cine (acción, efectos digitales y entretenimiento) y de cierto tipo de público (el que, sobre todo, dispone del dinero necesario –mucho más caro que el habitual- para el ingreso).
Desde un parecer personal, lejos de significar un descubrimiento cinematográfico –el 3D ha sido un experimento fallido para el cine, como uno de los tantos artilugios destinados a competir con la televisión-, el 3D es síntoma de una industria que ve palidecer cada vez más el ingreso de público a las salas. Ello no mengua, en absoluto, la diversión que supone experimentar un film con tales características, aún cuando las copias deban escucharse en un forzoso castellano, ya que la lectura del subtitulado supondría un esfuerzo visual extra. Valdrá destacar, en esencia, el asombro del público ante estas imágenes que pugnan por brincar desde la pantalla hacia la propia butaca. (Algo que, reconozco, supo aterrarme allá lejos en el tiempo, durante la proyección de Tiburón 3D en El Cairo).
Y respecto del film que nos ha dado la excusa, decir que, por lo menos, resulta más simpático que muchos otros. Aunque no por ello menos efectista. Monstruos vs Aliens se sitúa dentro del mismo marco cinematográfico de la mayoría de sus películas hermanas (Madagascar, Bee-Movie, El espantatiburones): personajes simples, humor fácil, guiños rápidos al cine o la televisión actual. Sí nos llama más la atención –y el afecto- el vínculo de sus “monstruos” con las correspondientes contrapartes cinematográficas, la mayoría de ellas conocedoras de este mismo sistema de exhibición: The Blob (1958), Godzilla (1954), El monstruo de la laguna negra (1954), El ataque de la mujer de 50 pies de altura (1958), más los rasgos alla Vincent Price del Dr. Cucaracha, uno de los intérpretes más recurrentes –y excelentes- en la efímera historia del cine 3D (Museo de cera-1953, The Mad Magician-1954, entre muchas otras).
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