jueves, 14 de abril de 2011

Arturo Marinho: Detrás de la línea amarilla (2011) + entrevista


Un límite tan imaginario como real


Con una narrativa elíptica y sesgada, Detrás de la línea amarilla se sitúa en el punto de espera entre quien se fue y quienes quedaron. Hoy en Rosario y mañana en Santa Fe, dentro del Espacio Santafesino de Producción Audiovisual.


Por Leandro Arteaga

Dentro del Espacio Santafesino, que el Ministerio de Innovación y Cultura de Santa Fe ha inaugurado en sala de cine El Cairo (Santa Fe 1120), se estrena hoy, a las 20.30, uno de los proyectos beneficiados con el Programa Estímulo a la Producción Audiovisual. Se trata de Detrás de la línea amarilla, film escrito y dirigido por Arturo Marinho, con producción de Pablo Romano. El film podrá verse durante todo el fin de semana en la misma sala, así como también en la ciudad de Santa Fe, el día de mañana, a las 20.30, en Cine América (25 de Mayo 3075).
De admirable resolución narrativa, el film de Marinho indaga en la bruma que significa el exilio, el regreso, la historia de una vida (de muchas vidas) dividida. Es en ese límite que abre, que separa, que obliga a pérdidas, por el que transita la propuesta del realizador.
“El título tiene que ver con la idea de tomar algo común para cualquiera que haya hecho trámites ante un mostrador, donde alguien te pide estar detrás de una raya pintada, que en el caso de la película se vincula, como símbolo, con límites de tipo geográfico, psicológico; es decir, es una película que trata sobre los límites” señala Arturo Marinho a Rosario/12.
Detrás de la línea amarilla es la narración del regreso de un exiliado a su ciudad de origen, ante una tragedia familiar; durante una semana, se va a encontrar con muchas cosas, algunas conocidas, otras no tanto. En este sentido, el título se relaciona con cruzar un límite que es real así como imaginario. La línea es una orden, de que te quedes quieto, y me parece que en realidad de lo que se trata es de desobedecer esa orden; al momento de hacerlo se te abre un mundo nuevo de posibilidades y de complejidades. Si te quedás allí, quieto, vas a estar más seguro. Atravesar esa línea es una decisión que implica mucha dificultad, sobre todo si lo que se quiere es volver atrás. En la vida de un exiliado siempre está la posibilidad de no volver al otro lado. Vos querés entrar pero al mismo tiempo podés no llegar a volver. La vida de un exiliado está dividida por mitades, y en la película siempre hay un límite, aún dentro de la misma ciudad. La metáfora del exilio, del viaje, del regreso, amplifica las cuestiones.”

-Destaca en la película la manera desde la cual se trabaja la narración, desde la sugerencia, desde pistas pequeñas, permitiendo que sea el espectador quien “complete” la película.

-Es el primer trabajo donde cruzo el documental con la ficción de una manera explícita. Si bien la historia responde a situaciones reales, a un personaje real y su historia de vida, la idea fue la de dejar los datos en suspenso. Me pareció que era la mejor posibilidad de entender que la construcción narrativa no pasa sólo por el que propone sino también por el que recibe, que es quien construye su propio significado. El cine con el que me identifico es aquél que me permite construir como espectador qué es lo que falta, y como no existe un espectador prototípico las construcciones son múltiples. Quise que quedaran lagunas informativas, donde creo se puede suturar el trabajo entre espectador y obra, como si fuese una última puntada. Fue una intención pero también un desafío, porque en algún punto esos puntos muertos, esos letargos, esa falta de información, cuando son sólo una búsqueda estética pueden caer en el vacío por el vacío mismo. Me parece interesante borrar algunas huellas dentro de la misma trama de la película, así como también no dejar estrictamente claro el lugar geográfico, aún cuando se entiende claramente dónde sucede la acción.

-Que puedas estrenar el film desde la misma propuesta del Programa Estímulo es un dato relevante para todo realizador.

-El programa Espacio Santafesino es una situación completamente atípica para la realidad audiovisual del país y la verdad es que somos muy privilegiados, ya que podemos imaginar, hacer, y mostrar historias al público, algo que no pasa en otros lugares de igual manera. Es una buena estrategia la de tener un lugar de exhibición, ya que quienes estamos en el mundo de la circulación de los bienes culturales sabemos que la distribución es un cuello de botella, mucho más en este momento, en el cual hay una enorme cantidad y proliferación de formatos e imágenes para exhibir. La exhibición es uno de los elementos que hace muy atractivo este plan de subsidio, puesto que no se queda sólo en el dinero que otorga sino que incorpora la posibilidad de contacto con el público, de lo contrario sería algo medio autista; es parte del riesgo el encontrarse con el público y que surja lo inesperado. El Ministerio de Innovación y Cultura fue una de las principales ayudas financieras, así como también el Centro Audiovisual Rosario, el AECID (Parque de España) desde lo logístico, la Barcelona Film Commission –que se encarga de apoyar producciones que se realizan dentro de Barcelona-, y la productora Digitalburo de Rosario, durante toda la primera etapa.

En Rosario/12 (14/04/2011)

3 comentarios:

lokacomotumadre dijo...

Hola chicos, les dejo saludos y como siempre excelene el blog. ÚNICO

Leandro Arteaga dijo...

Gracias, Liliana! No dejes de mandar mensajes al programa, que siempre son recibidos con ganas por todos. Para adelantar, decir que -inevitablemente- habremos de hablar esta noche de cine y pascuas. Beso grande.

lokacomotumadre dijo...

Como ven estoy un poco desconectada por el trabajo, pero volveré...( como super heroína ;)